El chocolate, uno de los alimentos más antiguos del mundo, se ha puesto de moda nuevamente gracias a que por fin se rompieron los mitos que sugerían que resultaba perjudicial para la salud.
En pequeñas onzas, bien sea en barra, derretido o en bombones, le proporciona al cuerpo cantidades significativas de antioxidantes y una amplia gama de beneficios que vale la pena conocer. No obstante cabe destacar que la calidad de este producto depende de su contenido en cacao. Por este motivo se deben de elegir siempre aquellas variedades con un menor contenido en azúcar.
Está probado que el cacao es rico en flavonoides y polifenoles, unos poderosos antioxidantes que combaten la acción nociva de los radicales libres sobre las células.
Es decir, que protegen el organismo y retrasan el envejecimiento. Por eso el chocolate negro es el mejor, gracias a su mayor contenido de cacao.
Está demostrado que los flavonoides del cacao ayudan a disminuir la presión sanguínea, mejoran el flujo de sangre al cerebro y al corazón, previene coágulos sanguíneos y combaten el daño celular. Y también ayudan a incrementar las habilidades mentales. Aunque por supuesto los flavonoides no son exclusivos del cacao, (también están en el té, el vino tinto, los arándanos, las manzanas, las peras, las cerezas y las nueces), son una buena razón para comer chocolate negro.
Pero los beneficios del chocolate no sólo son físicos sino también mentales, o mejor dicho emocionales. No es casualidad que tengamos el impulso de comer un buen trozo de chocolate cuando estamos tristes, deprimidos o estresados.